Tarde o temprano, todos tendremos que enfrentar la reparación. Algunos propietarios prefieren hacer reparaciones "cosméticas" una vez al año, mientras que otros se están acercando más al asunto y cada tres o cuatro años están haciendo reparaciones importantes. Sea lo que sea, debes elegir los materiales para el acabado.
¿Cómo actuar en una situación en la que el papel tapiz habitual en las paredes parece demasiado cursi? La solución perfecta es pintar las paredes con tu color favorito. Desafortunadamente, el muro para pintar debe distinguirse por una superficie perfectamente plana, y alinear las paredes es una tarea difícil y muy costosa. La salida puede ser pinturas texturizadas modernas para paredes, capaces de alisar visualmente cualquier superficie, haciéndolas geométricamente perfectas. Las pinturas texturizadas
son un grupo de materiales de pintura que contienen rellenos con partículas de aproximadamente 50 micras. Ellos, de hecho, son el enlace de transición entre las mezclas para la nivelación, composiciones de yeso y pinturas decorativas ordinarias. La pintura de textura tolera los efectos de las heladas extremas, las fluctuaciones bruscas de temperatura, la exposición a la luz ultravioleta y el alto nivel de humedad sin ningún problema.
Si traza paralelismos con pinturas convencionales, estas últimas son mucho menos duraderas e incapaces, a diferencia de las composiciones de textura, para proteger la pared de una mayor carga sin cambiar las características originales.
Independientemente del método al que aplique la composición del tinte, la superficie de la pared adquirirá una textura rugosa, que se explica por la presencia de partículas en la pintura.
Estas pinturas de pared se pueden aplicar fácilmente a superficies nuevas y previamente terminadas, independientemente del material del que están hechas. La única característica importante de la base es su máxima adhesión fuerte a la pared. En otras palabras, el yeso viejo o el barniz de madera deben mantenerse firmemente en el suelo.
La aplicación de pinturas se puede llevar a cabo con una capa de hasta un centímetro de espesor, mientras que para pinturas estándar es menos de medio milímetro. Este enfoque hace posible no igualar el sustrato por adelantado, ni elimina el recubrimiento aplicado previamente. No se asuste con un grosor tan significativo de la posible capa de acabado: la pintura tiene la capacidad de pasar aire y, por lo tanto, no interfiere con su circulación natural.
Elija la herramienta de aplicación según la superficie que necesite. Un rodillo con una textura especial, una espátula o un aerógrafo está bien para el trabajo. La única desventaja significativa de las pinturas con textura es que contribuyen a una reducción visual en el tamaño de la habitación. Sin embargo, no considere este matiz esencial con las siguientes ventajas:
- Nivelación visual de la superficie sin ningún esfuerzo adicional;
- El bajo precio, causado por materia prima industrial suficientemente barata;
- Diversidad de colores;
- Excelente alternativa al papel tapiz estándar.